¡Porque Pinto es para todos!

Todavía no tenemos claro si se trata de un imbécil o sólo de un ignorante.  ¿Quién? El protagonista de la siguiente historia que uno de vosotros (cuyo nombre permanecerá anónimo) nos ha hecho llegar a través del formulario de contacto.  No tiene desperdicio:

«Esto ya clama al cielo!!
Os cuento: el otro dia dejamos unas hojas de firmas en un bar para que EL QUE QUIERA y esté de acuerdo con lo que pedimos, plasme su rúbrica sin más.

Bueno, pues cuál es nuestra sorpresa cuando ayer, nos pasamos al bar a tomar algo y nos da el dueño una hoja firmada entera, pero con una flechita a pie de página, invitándonos a dar la vuelta a la misma. Al dar la vuelta, no dábamos crédito. Transcribo el regalito que nos dejaron:

»Estimados Sres.:
A pesar de ser muy respetable su petición, no me quedo a gusto si no les hago partícipe de mi protesta.
¿Por qué tengo que permitir que con mis impuestos se tengan que costear parques para perros, si yo no tengo animal alguno? Un saludo. Anónimo.
P.D.: Dejen que la policía realice su trabajo, que para algo tenemos una ordenanza que respetar.»

Ahí queda eso. Me dieron ganas hasta de llorar, entre otras cosas porque (y estoy seguro se que esta persona lo sabe) esa hoja llenita de firmas de gente que sí está de acuerdo, ya no nos sirve…

Querido vecino que nos has mandado esto, por favor, te pedimos dos favores:

¿Y vosotros, humanos,  os llamáis inteligentes?

Primero: por favor, entréganos la hoja de las firmas.  Quizá no sea válida para una iniciativa legislativa popular (aunque tampoco es que los políticos hagan caso de esas cosas, ¡qué tonterías dice el populacho!) pero nosotros la presentaremos.  No hacerlo sería menospreciar a toda la gente que se ha tomado su tiempo en leer y firmar.

Segundo: si alguna vez te encuentras con ese ¿ignorante? puedes contestarle a su pregunta (recordemos, «¿Por qué tengo que permitir que con mis impuestos se tengan que costear parques para perros, si yo no tengo animal alguno?«) con cualquiera de estas respuestas:

– Yo no uso el transporte público, pero se contratan líneas de autobuses con mis impuestos pinteños.

– Yo tampoco tengo hijos, pero se construyen y mantienen multitud de zonas infantiles por todo el municipio, con mis impuestos pinteños.

– Yo no juego/practico deportes, pero se construyen y mantienen polideportivos enormes y carísimos, con mis impuestos pinteños.

– Yo no voy a los conciertos, pero en las fiestas patronales se contrató a varios artistas, con mis impuestos pinteños.

¿Hace falta seguir? Creemos que no.  Cualquiera debería ya haberse dado cuenta de una cosa: en eso consiste la gestión de una comunidad, en hacer cosas con el dinero de todos y procurar satisfacer a la mayoría de las personas.

Por eso, querido e ignorante (vamos a suponer que no eres imbécil) vecino discrepante con la recogida de firmas, por eso es por lo que tienes que permitir que con tus impuestos se costeen parques para perros.  Incluso si no tienes animal alguno.

Aunque hay algo, querido ignorante, en lo que estás muy equivocado: tú SÍ TIENES un animal a tu cargo.  Te dejamos como tarea descubrir de cuál se trata.  ¡Que te mejores!