Esta noche pasada hemos encontrado varios cacharros de agua con lejía en la calle Eduardo Chillida. Aquí tenéis las fotos:
Desconocemos las intenciones de quien los puso. No sabemos si pretendía desinfectar el agua o envenenar a los perros/gatos/pájaros que la bebiesen. Los antecedentes de humanos envenenando cosas no nos hacen ser muy optimistas.